Real Madrid se proclamó campeón de la Supercopa de España
Este miércoles, 16 de agosto, se llevó acabo en el Santiago Bernabéu la final de la Supercopa de España, el partido de vuelta del superclásico español, Real Madrid y Barcelona, donde el club merengue se proclamó campeón con goles de Marco Asenso y Karim Benzema, sumando el séptimo título de los blancos con Zidane como entrenador.
Madrid, España, 16 de agosto de 2017 (D58).- Los madridistas llegaban al partido de vuelta con ventaja, gracias al 1-3 marcados en el Camp Nou el domingo, 13 de agosto, en el partido de ida, y no ha perdonado la oportunidad de tumbar a su eterno rival con dos zarpazos.
Desde el minuto uno el Madrid supo controlar el tiempo del duelo y, con una presión adelantada, ahogó cualquier opción azulgrana de poner en problemas a Navas.
Poco tardó Asensio en decantar todavía más la balanza hacia el lado blanco; el mallorquín cogió la pelota a treinta metros de la puerta de Ter Stegen y lanzó un zurdazo inapelable que se coló por la escuadra, poniendo el juego de vuelta 1-0, global: 4-1.
Por más que el Barcelona intentaba reaccionar, el centro del campo merengue era muy superior. Kovacic y Modric impusieron su juego y los chicos de Valverde no pudieron fiarlo todo a Messi. De hecho, en toda la primera parte Keylor Navas fue un espectador más.
Benzema puso la sentencia
Tras unos primeros 20 minutos de apabullante dominio madridista, el Barça iba avanzando, aunque sin hacer demasiado daño, y la puntilla llegó con un disparo a la media vuelta de Benzema. El francés cuajó un gran encuentro y el colofón fue un bonito tanto; recibió de espaldas y no se lo pensó. Nada pudo hacer el portero.
El descanso no revitalizó al cuadro catalán, pero al menos la fe de Messi y Suárez metió algo de miedo en el cuerpo a la defensa del Real Madrid. Lucas Vázquez se había estrellado en el palo y lo mismo les sucedió tanto al argentino como al uruguayo.
Leo pudo acortar distancias con una jugada casi perfecta desde el lateral del área pero, tras un buen regate a Carvajal, no acertó entre los tres palos. Su remate con clase fue escupido por el larguero.
También la madera dejó con la miel en los labios al nueve culé; un rechazó del portero lo cazó el uruguayo de cabeza, y la bola fue a parar a la cepa del palo.
El Real Madrid mostró su apabullante fútbol: físico, intensidad y acierto. La fórmula mágica para los títulos. En frente, un Barcelona por hacer y que, a día de hoy, está años luz de una plantilla que no se cansa de ganar.
Redacción y fuente: Agencias
Edición: Vera, Raquel
Fotos: EFE
