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El Venezolano Néstor Vílchez destaca por su labor como reclutador estudiantil internacional

El autor del Modelo de Reclutamiento Estudiantil Selectivo Adaptado a la Realidad Latinoamericana, destaca a nivel internacional por su labor como reclutador estudiantil, quien se autodenomina como: un artista, traductor, ingeniero, reclutador; y es que, según su historia, fue en ese orden en el que aprendió a conocerse a sí mismo, logrando brindar aportes innovadores que han generado cambios y resultados fuera de lo tradicional en áreas en las que se suponía hasta hace poco no había mucho por descubrir.

Maracaibo, Zulia, Venezuela, 01 de agosto de 2017 (D58).- Néstor Vílchez es maracaibero de nacimiento y, desde muy temprana edad, tuvo la oportunidad de conocer distintos escenarios de vida gracias a los constantes traslados de su padre, quien trabajó para la industria petrolera.

Estos cambios de residencia le hicieron entender que, lo aprendido durante la vida depende en gran medida de las limitaciones impuestas por el ambiente y el espacio. Es así como comienza una larga travesía a través del conocimiento, nutriéndose de experiencias académicas, informales y autodidactas, hasta llegar a ser lo que es hoy.

Antes de su mayoría de edad ya había pasado por conservatorios de música, escuelas de artes plásticas e incluso coqueteó con mucho éxito con el arte dramático. Su avidez por la lectura y la curiosidad, despertada por su madre, quién es artista plástico, le fueron dando herramientas para formarse un entendimiento universal sobre lo que le rodeaba.

Teniendo edad para elegir, supo sortear caminos y decidió emprender viaje lejos de casa. Se dedicó a estudiar inglés y perfeccionó sus conocimientos en ese idioma, estudiando literatura inglesa, para luego completar su formación en traducción e interpretación. Muy joven aún, regresa a Venezuela y se titula como Intérprete Público; título que le confiere el Ministerio del Interior y Justicia de la época.

El oficio de traductor lo comparte junto a sus responsabilidades como estudiante de Ingeniería Industrial, carrera que había suspendido durante su paseo académico. Es así, como entre las letras y el cálculo, comienza a formarse ideas que terminarían haciéndole pensar distinto sobre el significado del servicio.

Cumplió una etapa que recuerda, ha sido uno de los pilares más importantes en su formación como profesional; se entrenó y trabajo con mucho éxito como profesor de inglés para niños.

Se recibe como Ingeniero Industrial y, según él mismo relata, sintió la necesidad de involucrarse con experiencias que le acercaran más hacia las finanzas y las ciencias gerenciales.

Estudia finanzas y comparte un apreciado tiempo de ejercicio profesional como administrador de contratos, proyectista y consultor. Aunque muy joven, la exposición a actividades empresariales y de negocios desde temprana edad, le daban el aplomo necesario para opinar con madurez sobre decisiones a tomar.

Redacción y fuente: María Isabel Colina
Edición: Vera, Raquel
Fotos: Cortesía

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