DeportesFama

Michael Jordan contra el mundo en «The Last Dance»: el «egoísta» Pippen, las burlas a Krause, las broncas en los entrenamientos…

Decía Michael Jordan antes de la emisión de «The Last Dance», el documental de ESPN y Netflix en el que se narra el último año de los fantásticos Chicago Bulls de los noventa, que quizás después de ver el «show» la gente iba a pensar que era una «mala persona».

Internacionales, 03 de mayo de 2020 (ND58).- De momento, en los cuatro capítulos que se han publicado, se han visto algunas de las polémicas que el mejor jugador de todos los tiempos mantuvo con varios de sus compañeros, con la dirección de la franquicia e incluso cómo mantiene a día de hoy su enemistad con los «Bad Boys» de Detroit, el equipo que le privó de llegar a las Finales de la NBA durante sus primeros años en la liga.

«Los odio, todavía los odio», explicaba en un capítulo, y se refirió al momento en el que, tras vencer por fin a los Pistons, la estrella Isiah Thomas y sus compañeros abandonaron la pista sin saludar a los Bulls.

«No me vas a convencer de que Isiah no actuó como un gilipollas», afirma Jordan en «The Last Dance». Tanto en el show como en las entrevistas que ha hecho después de su emisión, Thomas justifica el gesto en lo diferente que era la NBA entonces, y cuestiona la teórica superioridad histórica de Jordan sobre otros grandes del baloncesto.

«Dominó cuando otros ya acabábamos nuestras carreras», reconoció, y colocó a Abdul-Jabbar, Bird y Magic por delante del «23».

El desencuentro con los «Bad Boys» no es lo único a lo que hace frente Jordan en el documental. «Scottie fue egoísta», asegura, sobre la petición de traspaso de Pippen, su gran escudero y uno de los mejores jugadores de la liga durante esa década, en la temporada 97-98, cuando cobraba sólo 2,7 millones, por los 33 que los Bulls pagaban a Michael.

Tampoco hablaba demasiado con Rodman, en una situación a la que el carácter de Dennis tampoco ayudaba: «No teníamos relación fuera del baloncesto», reconoce el pívot en uno de los capítulos.

Pero a lo que Jordan se refiere con «mala persona» quizás sea por el trato que durante esos años tanto él como Pippen dan a Jerry Krause, fallecido en 2017.

El General Manager de la franquicia, artífice de la elección de Scottie en el draft y de conseguir el traspaso por Rodman parece el villano del documental, el culpable del fin de la dinastía, y es el objeto de las burlas de las estrellas del equipo durante toda esa época, más todavía después de una frase poco afortunada:

«Son las organizaciones, y no los jugadores, las que ganan títulos». Todo eso crispó a Jordan, que ya le vacilaba. «¿Esas son pastillas para mantenerte enano o son para la dieta?», le dice en uno de los capítulos. «Jerry, ¿quieres jugar con nosotros? Tendrán que bajar la canasta», se burla en otra ocasión.

A Jordan le costó mucho aceptar la decisión de Krause de ascender a Phil Jackson y despedir a Doug Collins, el técnico que había convertido a Michael en MVP de la liga y con el que había llegado a promediar 37 puntos por partido durante una temporada entera.

Jackson era una apuesta de Krause y venía con el «triángulo ofensivo» bajo el brazo, una táctica de ataque en la que Jordan iba a ver reducida su posesión del balón. «Doug era como un padre para mí, me entendía», explicaba. Esa decisión de Krause sentó las bases de la «grandeza» de Jordan: seis anillos en nueve campañas.

Pese a todo, el odio del «23» al General Manager es palpable e incluso hay aficionados que comparan a Krause con el Sr. Swackhammer, el «jefe» del equipo de alienígenas contra el que Jordan compite en «Space Jam».

Muchos espectadores critican que «The Last Dance» se ceba con el fallecido, sin dar voz, de momento, a algunos de sus defensores, como Toni Kukoc, ausente por completo en todo el «show» y vital durante los tres últimos anillos de los Bulls.

«Me gustaría que estuviera vivo para poder contar su parte de la historia», reconoció Kukoc a «ESPN». «Es fácil amar a Michael, Scottie, Dennis y Phil. Yo les adoro. Pero tienes que escuchar también a la otra parte y Jerry construyó el equipo, tienes que darle crédito», explica el croata, que admite que Jordan y Pippen le llamaban «El chico de Jerry».

Kukoc era uno de los miembros del «segundo escalón» de la plantilla a los que Jordan presionaba para mejorar y conseguir ganar más títulos. En el «show» se muestra la bronca que el «23» le echa a Paxson o Kerr durante los entrenamientos, y otros ex compañeros como Will Perdue o Bill Wennington también reconocen el carácter de Jordan.

«Me llamaba Will Vanderbilt, por mi universidad de origen, porque creía que no era digno de mi apellido», explica Perdue en una entrevista a «Fansided». «Un día, Perdue le puso un tapón ilegal y al día siguiente tenía todo el ojo morado», reconoció en 2015 Horace Grant. «Una vez le taponé y me desafió, física y verbalmente, durante todo el entrenamiento», explicó Wennington, ex pívot del equipo.

Esa fue la otra «lucha» de Michael Jordan para ganar seis anillos. «Ha sido una pelea de siete años», decía, desconsolado en el vestuario tras ganar su primer campeonato.

Una pelea dentro de la pista, en la cancha de entrenamiento y en los despachos. Contra todos y para todo. Y funcionó.

Fuente: Abraham, Romero / El Pais
Edición: Villasmil, Henry
Gráfica: cortesía

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *