GNB impide el acceso de comerciantes que quieren sacar su mercancía en «Las Pulgas»
La madrugada del domingo, el Gobernador Omar Prieto ordenó el «cierre indefinido o hasta nuevo aviso» del merado popular de Maracaibo «Las Pulgas», debido a que los recientes nueve casos confirmados de coronavirus en el Zulia están vinculados a la zona.
Maracaibo, Zulia, Venezuela, 25 de mayo de 2020 (ND58).- Este cierre indefinido deja a un montón de comerciantes y trabajadores de manos atadas, en especial frente a las órdenes de cuarentena social colectiva, que reduce la movilización, por ende, las oportunidades de empleo.
Luego que se conociera la orden de prohibición de venta en «Las Pulgas», muchos comerciantes aseguraron haber consultaron con algunas autoridades, quienes dijeron que este lunes estarían autorizados a ingresar al mercado por su mercancía, sin embargo, al llegar a los puntos de acceso, oficiales de Guardia Nacional Bolivariana (GNB), que acordonaban las entradas, les impidieron el ingreso.
«A nosotros nos dijeron que podíamos buscar nuestra mercancía; que podíamos venir por lo nuestro y vinimos confiados, porque si no podemos vender aquí, tenemos que vender desde la casa o buscar la manera de trabajar desde otro punto», dijo un vendedor de víveres de «Las Pulgas», quien prefirió mantener su identidad oculta por miedo a represalias.
A lo que los comerciantes se vieron imposibilitados de acceder al mercado popular, los ánimos comenzaron a caldearse, todos querían ingresar a buscar su mercancía, ya que debido a que no se sabe hasta cuándo se va a extender el cierre, quieren resguardar su inventario, pero los GNB les pidieron que se retiraran.
Minutos más tardes, indignados y enardecidos, intentaron mediar con los funcionarios, por lo que se generó un alzamiento en las adyacencias del sector el Tránsito (mercado Santa Rosalía) , el cual fue dispersado por los GNB en motocicletas y a pie, mientras lanzaban bombas lacrimógenas, además de amenazarlos con detenerlos si seguían en el lugar.
El panorama en toda la avenida Libertador era el mismo, todos los locales vacíos, ni una carretilla, un vehículo o un civil circulando, solo funcionarios de distintos órganos policiales y miliares, que solo tenían una respuesta para quienes intentaban ingresar: «No, váyase de aquí o lo vamos a detener», sin mediar palabras.
Una ola de comerciantes retrocedió, no querían buscar problemas, los único que les quedó fueron incógnitas: ¿Qué van a hacer con nuestra mercancía?, ¿Cuándo podremos volver a trabajar? Y en especial, ¿Sino trabajo, qué como?
Redacción ND58
Edición: Villasmil, Henry
Gráficas: @villasmilhfoto