#Maracaibo | Lo bueno, lo malo y lo feo del LX Latinoamericano infantil de béisbol
Comunicadores maracaiberos revelaron algunas situaciones difíciles que enfrentaron durante la cobertura del evento.
Maracaibo, Zulia, Venezuela, 13 de julio de 2023 (ND58).- Pasado el LX Campeonato Latinoaméricano de Pequeñas Ligas Infantil y normalizada la efervescencia por el éxito que dejó al Zulia como gran anfitrión de eventos deportivos internacionales, toca mirar tras bastidores los detalles que no afloraron, pero que igual sucedieron sin afectar, a simple vista, la buena imagen que quedó de certamen.
Sin ánimo de empañar ese resultado y sumados a la satisfacción por su buen desarrollo, un grupo de comunicadores hizo sentir su voz ante algunas acciones que consideran inapropiadas para calificar el éxito pulcro del evento.
A ello se suma otra serie de anormalidades que los comunicadores detectaron en el desarrollo de algunas jornadas que afectaron a personas ajenas a los medios, pero que igual restaron brillo para la calificación sobresaliente del Latinoamericano.
Quizá son detalles que se escaparon de las manos a los organizadores, pero su mención pública no se puede pasar por alto en aras de que se tomen medidas correctivas y no se repitan a futuro.
A la vez resaltar que todos los comunicadores, periodistas y reporteros gráficos debidamente autorizados y acreditados, especialmente los que no son de la prensa oficial, también sumaron con su trabajo para el éxito de la justa.
Más aquellos que cubren constantemente las incidencias deportivas de la ciudad y del estado, especialmente las de las Pequeñas Ligas, que tienen actividad casi los 365 días del año.
Despliegue arrollador
Un hecho evidente fue el arrollador despliegue de los operativos de la prensa oficial para cubrir los juegos donde estuvieron presentes, tanto los alcaldes de Maracaibo y San Francisco como el gobernador Manuel Rosales, que impuso severas limitaciones de espacio a los trabajadores de los medios ajenos al entorno gubernamental.
Y no fue una vez. Fueron cuatro jornadas, de las siete que tuvo el evento, en las que el trabajo de prensa no gubernamental estuvo reducido a entornos inapropiados, amen de un exagerado número de personas con teléfonos celulares, no se sabe si personal de prensa, que entorpeció la visibilidad, y por ende, el trabajo de los comunicadores.
Sin oficina de prensa
No hubo un jefe de prensa, ni mucho menos una sala u oficina de comunicaciones del torneo, que organizara el trabajo comunicacional, o a quién acudir para presentar una queja por estas situaciones repetitivas.
Quienes requirieron la planilla del resumen de cada juego para su transmisión inmediata, se encontraba con que la mesa técnica no estaba autorizada a dar el resultado y los comunicadores debían esperar por su publicación en las redes sociales del Directorio Nacional de Pequeñas Ligas.
En los primeros días la publicación se hizo con varias horas de retraso y, todas, sin un boletín informativo complementario que la acompañara, como demanda un evento de esta naturaleza. Y ni pensar en contar con una fotografía del evento, porque no hubo ninguna.
Solo se contó con el apoyo de la oficina de prensa del Instituto Municipal de Deportes de San Francisco, que proveyó los boletines de los juegos que se desarrollaron en ese municipio, cuyos contenidos estaban amoldados a los requerimientos como oficina de información municipal.
Durante el desarrollo de los partidos no hubo atención ni espacio exclusivos a la prensa. No se prestó el debido apoyo en hidratación a pesar de las altas temperaturas que envolvieron a cada jornada. Solo hubo algunas excepciones informales en el estadio Misael Vílchez, de San Francisco.
En el estadio Ramón Darío Urdaneta este apoyo fue nulo. Además que los espacios supuestamente destinados a los comunicadores fueron tomados por el público sin ninguna restricción y cada trabajador de la prensa hizo su trabajo «a la buena de Dios».
Otro aspecto sobre el cual se pronunciaron los periodistas fue el prometido servicio de transporte desde la Villa Deportiva a los sitios de juego, que no se cumplió.
Quienes estuvieron presente en las competencias lo hicieron por sus propios medios, a pesar de las distancias que separan a ambos estadios. Otros sencillamente no asistieron y se conformaron con hacer un trabajo a medias.
Otros detalles
Los medios acreditados también observaron con malestar como el despliegue de prensa y protocolo oficial ignoró la presencia de personal valioso para las Pequeñas Ligas y del béisbol en general.
Es el caso particular del comité de damas del Directorio Nacional de Pequeñas Ligas, que fue apartado totalmente de participar en tareas fundamentales del programa inaugural, siendo ellas piezas esenciales en la existencia del movimiento en Venezuela, que trabajan todo el año por su funcionamiento.
Alexander Delgado, figura del béisbol profesional venezolano con 11 anillos de campeón y secretario de deportes del estado Zulia, no fue tomado en cuenta por su investidura de pelotero para ningún acto protocolar.
La presencia de Delgado estuvo limitada a una participación pasiva como funcionario del gobierno regional. Y por si fuera poco, funcionarios policiales que resguardaban los accesos al estadio Misael Vílchez, desconociendo su investidura a pesar de identificarse debidamente, le impidieron el paso a la jornada de semifinales el viernes pasado y debió regresarse a su casa.
Esta declaración conjunta de los comunicadores va dirigida a sentar un precedente para que se consideren en el futuro y no vuelvan a ocurrir los hechos que allí se describen.
Igualmente su objetivo es dejar por enterado a los responsables de la organización, si no se dieron cuenta en su momento.
No pretende en ningún modo opacar el gran trabajo de las personas que condujeron el desarrollo del hermoso evento en que derivó el Latinoamericano, producto de una mancomunidad de voluntades con rango comunitario, municipal, regional y nacional.
Redacción ND58 | Fuente: Luis Bravo
Edición: Villasmil, Henry
Gráficas: @villasmilhfoto