El director de cine venezolano Wolfang Vallejo estrena «Susurros del Árbol»
El venezolano, Wolfang Vallejo, graduado en Dirección de Cine y TV en la ciudad de Buenos Aires, grabó la película «Susurros del Árbol», de 109 minutos en cinco días. La música original es de la agrupación Nomeolvides, de San Cristóbal, y en el tráiler se utilizó el tema «No significa», de Rawayana.
Caracas, DC, Venezuela, 06 de junio de 2017 (D58).- Luego de participar en el Festival Latinoamericano de Video Arte (2015), Festival Internacional de Cine Próximo (2016) y el Sidney World Film Festival (2017), el venezolano Wolfang Vallejo se aventura con la producción de Susurros del árbol: su primer largometraje.
El proceso de creación de «Susurros del Árbol» comenzó en enero de 2016, cuando el grupo independiente Cluster Audiovisual de la Provincia de Buenos Aires llamó a Vallejo para hacer un largometraje.
Le concedían equipo de cámara con accesorios y un equipo de trabajo dispuesto a grabar durante la segunda semana de marzo de ese año. Luego de ponerse en contacto con un escritor y productor, con quienes se hizo el guion en tres semanas, el cineasta ajustó la historia a las características necesarias por el método de producción.
Se hizo casting abierto y, finalmente, fue filmada en cinco días. El paso siguiente fue recolectar dos mil dólares en una campaña con los que se pagaron postproducción de color y creación del poster.
Vallejo se encargó de la edición y el sonido fue mezclado en casa del sonidista, donde se hicieron un par de jornadas de doblaje. La música original es de la agrupación Nomeolvides, de San Cristóbal, y en el tráiler se utilizó el tema «No significa», de Rawayana.
La cinta, de 109 minutos de duración, cuenta la historia de Salvador, un porteño que vivió en Venezuela durante 10 años y decide regresar a Buenos Aires luego de la muerte de su padre para enfrentar esa y otras verdades dolorosas; Carolina, entre ellas.
En el inminente reencuentro permanece la imagen omnipresente de su padre, quien ayudará a Salvador a entender que el amor puede adoptar infinitas formas y descubrirá que las respuestas que necesita están frente a sus ojos, en el árbol más joven que crece junto a la vieja casa de su infancia.
Redacción: Agencias
Edición: Carreño, Reina
Fotos: Agencias