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Muere Alicia Martínez la «Reportera de las Estrellas»

A la edad de 92 años muere el pasado 23 de mayo la reportera mexicana Alicia Martínez G. Pionera del periodismo cultural y de espectáculos en la Ciudad de México, con más de medio siglo de trabajo en diario EL NORTE.

México, 25 de mayo de 2020 (ND58).- Hacia 1940, Alicia Martínez González, nombre que abrevió para firmar por décadas sus columnas de crítica teatral y cinematográfica, entró a la redacción de EL SOL cuando sólo había mujeres entre secretarias y personal de Avisos de Ocasión.

Después de ella llegaron Clarisa, quien redactó notas sociales; las reporteras Etelvina Limas y Margarita Meza, y más tarde Lala Monteleone con su columna Blanco y Negro.

La única que sobrevive de esa generación es Meza, quien fue homenajeada el año pasado por la Universidad Autónoma de Nuevo León y en el evento de Perfiles e Historias de EL NORTE.

Las columnas de Alicia fueron célebres por décadas en EL NORTE, porque además de noticias y reseñas obtenía las mejores entrevistas exclusivas con figuras de la época dorada del cine mexicano, por ejemplo, María Félix, quien solía recibir a la reportera cuando nadie podía lograrlo.

Nacida el 8 de agosto de 1927 «en una casa con dos anacuas en el patio, una roja y otra naranja, en Aramberri 1027 entre Diego de Montemayor y Manuel Doblado», frente a la vivienda en la que sucedió el doble crimen de la Calle Aramberri, el 5 de abril de 1933, Alicia llegó a los 14 años a la redacción para no salir más. Soltera, fue muy querida por sobrinos y sus familias.

Alicia entró a EL SOL, dirigido por el fundador Rodolfo Junco de la Vega, con la columna «¿Qué hacen las estrellas? Pregúnteselo a EL SOL», en cuyo espacio se mostraba la firma de la primera mujer en aquella redacción: «Srita. Alicia Martínez G.».

Aquella sección, en la que los regiomontanos enviaban preguntas sobre películas al Apartado 186 y que Alicia respondía, fue migrando a títulos como «Teatro y cine», «Séptimo arte», «Cosas de cine» o simplemente  «Cine», y en los que el contenido era ya puro periodismo.

La firma también cambió. Decía: «Alicia Martínez G. Cronista Cinematográfica».

El 31 de mayo del 2015, Perfiles e Historias publicó su vida y ella misma estuvo presente en la presentación de la antología de la sección y homenaje en noviembre de ese año.

Dijo en aquella entrevista: «No tenía horarios ni nada de eso. Hacía mis colaboraciones en casa, a mano, y luego se los entregaba a Antonio Orta, que era el ‘segundo’ de Guzmán», comenta y se describe a sí misma: de vestido y calcetas. El pago de entonces, de 21 pesos por tres columnas a la semana, a cargo del administrador Martín Navarro, fue muy útil en su casa.

«Ya luego entré a la Escuela Moderna de Comercio, en Washington entre Zaragoza y Escobedo, para aprender a escribir a máquina y taquigrafía, que me sirvió mucho para apuntar las citas directas que me interesaran de los entrevistados», agregó la periodista.

Alicia fue una principalísima impulsora de la escena local. El mandón del teatro regiomontano Luis Martín Garza la calificó en aquel perfil del 2015 de paradigma en el periodismo y una mujer consciente de la necesidad del crecimiento cultural del público y de los artistas locales.

«Valoro entrañablemente ese compromiso que asumió en su vocación, pues el impulso del teatro de Monterrey fue una constante cotidiana, no sólo en su columna de EL SOL, también en sus crónicas y entrevistas en EL NORTE y desde radio», dijo.

«No establecía diferencias entre la información sobre artistas de fama nacional y el movimiento artístico local».

Lo mismo dijo entonces el entrañable teatrista Rubén González Garza, fallecido en el 2019: «Nunca le leí una reseña ofensiva: antes de escribir iba con nosotros, nos preguntaba qué andábamos haciendo».

La entrevistadora de figuras como Mario Moreno «Cantinflas», Pedro Infante, Libertad Lamarque, Arturo de Córdova, Leticia Palma, Silvia Pinal y Carmen Montejo, entre otras, alternó el periodismo con la publicidad. Se retiró hacia la década de los 80.

Especialista en cine, en sus últimos años perdió la vista por problemas degenerativos. Pese a esto, en el 2015 volvió a casa y los periodistas de EL NORTE pudimos darle las gracias por su trayectoria.

La pionera dijo entonces: «Volví a este lugar, esta noche no voy a dormir de toda la emoción que siento de ver a mis antiguos jefes repartidos en varias generaciones. Estoy muy contenta, muy honrada».

Los restos de la pionera fueron velados en familia, debido a la contingencia, y en breve se anunciarán misas en su memoria.

Fuente: Emilio Muruaga Márquez / Reforma 
Edición: Villasmil, Henry
Gráficas: cortesía

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