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Ramón Fonst, primer latinoamericano en ganar una medalla olímpica


Ramón Fonst nacido en La Habana el 31 de agosto de 1883, fue un esgrimista cubano y medallista de oro olímpico tres veces, ganando uno en sus primeras Olimpiadas en el año 1900 (Paris) y dos en San Luis 1904. Fue el primer latinoamericano en ganar una medalla olímpica.

Maracaibo, Zulia, Venezuela, 14 de junio de 2020 (ND58).- Conocido como «el Zurdo» o «el nunca segundo», hombre espigado, de largas extremidades, perfil zurdo; Fonst poseía cualidades idóneas.

Dueño de una técnica e inteligencia magistrales, no fueron pocos los combates en los cuales la chaqueta del esgrimista antillano concluía inmaculada. Era una época en la que se colocaba tinta en la punta del arma para marcar los golpes en el cuerpo del rival.

El momento del primer oro latinoamericano

Solo faltaba un punto, sin embargo, tres veces tuvo que tocar claramente Ramón Fonst al francés Louis Perrée en la final de espada, correspondiente a los II Juegos Olímpicos de París, para convertirse en el primer campeón olímpico de Cuba y Latinoamérica.

Según relata la desaparecida periodista Irene Forbes, «los jueces no querrían creer lo que estaba pasando sobre la pista en la final de París. Un jovencito de 17 años de edad, estaba conquistando la gloria olímpica por delante de numerosas figuras establecidas, era el nacimiento de una leyenda, que cuatro años más tarde sumaría tres nuevas medallas olímpicas a su rico palmarés en San Luis, Estados Unidos, en 1904».

Una anécdota de Fonst

No sabía el famoso A.J. MacGuire (principal esgrimista estadounidense de la época) que Fonst acababa de llegar a Cuba, procedente de los Juegos Olímpicos de París y, en su visita a La Habana, MacGuire lanzó ofensas contra los practicantes de este deporte en la isla, incluso, retó a duelo a todo el que quisiera, Fonst se entera de la solicitud a duelo y es el primero en aceptar.

El periodista José González Barros cuenta en su artículo del Anecdotario de Fonst que «la sala se desbordó de público, el ganador recibiría el monto total recaudado en las entradas. En poco menos de una hora la elegancia y la técnica de Fonst sobre la pista hizo retirarse al arrogante MacGuire. Al decretarse la victoria del antillano, pidió que todo el dinero fuera donado a la asociación Huérfanos de la Patria».

Cuando todo parecía indicar que Ramón Fonst no estaría más en unos Juegos Olímpicos, regresó a la tierra que le dio su primer gran triunfo deportivo, y otra vez en París (1924) volvió a una magna cita, esta vez a la edad de 41 años.

Cuando la mayoría de los atletas ya han sido retirados o se dedican a entrenar nuevas figuras, Ramón Fonst alcanzaba su último gran resultado, para ese entonces, ya con 55 años, al ganar medallas de oro y plata como integrante de los equipos de espada y florete, respectivamente en los IV Juegos Centroamericanos y del Caribe, Panamá 1938.

Con el triunfo revolucionario de Fidel Castro en 1959, Fonst se desempeñó como asesor del Departamento de Educación Física y Deportes del Ministerio de Educación hasta su fallecimiento, el 10 de septiembre de 1959, a los 76 años de edad.

En la historia, vive Fonst, un cubano de principios de siglo que puso el nombre de Cuba y Latinoamérica en lo más alto, figura en un deporte siempre dominado por las potencias, demostrando en la distancia lo que se puede hacer con disciplina y real espíritu deportivo.

Redacción: Arismendi, Luis | Fuente: web
Edición: Villasmil, Henry
Gráfica: web

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