Salud

Recomendaciones nutricionales para pacientes hospitalizados con COVID-19

Como nutricionista clínico tenemos el deber no solo de prevenir enfermedades sino también de manejar nutricionalmente al paciente hospitalizado . En este articulo resalto la importancia del rol del nutricionista clínico en el tratamiento de este virus COVID-19 y ademas de aportar bajo evidencia científica actual el manejo dietoterapico de esta patología.

El manejo nutricional del paciente hospitalizado por enfermedad COVID-19 causada por el virus SARS-CoV-2 reduce las complicaciones, los costos en salud y mejora la calidad de vida de los pacientes, la Asociación Colombiana de Nutrición Clinica (ACNC )recomienda que la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de la desnutrición se incluyan rutinariamente en el tratamiento de los pacientes con COVID-19.

Valoración Nutricional

La valoración nutricional debe ser realizada por profesionales en nutrición y dietética, dentro de las 24 horas siguientes a la generación de la interconsulta, en la cual se realizará el diagnóstico nutricional y se planteará una conducta nutricional acorde con las necesidades propias del paciente.

La enfermedad de COVID-19, por su gravedad, debe considerarse como un criterio etiológico para el diagnóstico de desnutrición.

Soporte Nutricional Especializado

La dietoterapia debe ser prescrita por profesionales en Nutrición y Dietética. Los pacientes con COVID – 19 pueden presentar deshidratación secundaria a la fiebre y a la dificultad respiratoria, que generalmente viene acompañada de hiporexia. También pueden presentar vómito, náuseas y diarrea, lo que afecta la ingesta y absorción de alimentos.

Terapia nutricional oral (Pacientes que toleran Vi a oral)

• Los pacientes hospitalizados con COVID-19 deben tener una alimentación saludable, cumpliendo con los requerimientos de calorías y nutrientes para el paciente adulto hospitalizado.
• Mantener y vigilar la hidratación de los pacientes es importante. Se debe garantizar un aporte de 30 a 40 mL / Kg o 2,2 L / día para mujeres y 3 L / día para hombres
• Los pacientes con COVID-19 también deben lograr la meta de consumir al menos 5 porciones de frutas y verduras al día en el hospital.
• El consumo de lácteos es indispensable en el marco de una alimentación equlibrada para la salud ósea en poblaciones con sedentarismo y postración en cama
• Los pacientes no deben suspender los productos lácteos y la leche, en algunos casos la leche deslactosada puede ser una elección.
• Los pacientes con disfagia requieren que se modifique la textura de los alimentos. Algunos pueden requerir nutrición enteral por sonda. La terapia deglutoria deberá ser instaurada tan pronto se haga el diagnóstico de disfagia, y en todos los pacientes después de la extubación.

Nutrición Enteral

La terapia nutricional enteral debe ser indicada, prescrita y monitoreada por un equipo interdisciplinario de terapia nutricional. Debe ser la primera opción cuando se requiere terapia nutricional arti!cial siempre que el tubo digestivo esté funcionando.

En los pacientes en estado crítico intubados se debe iniciar nutrición enteral por una sonda nasogástrica temprana. Se recomienda la administración continua de la nutrición enteral.

El uso de una sonda pospilórica se debe reservar para pacientes en decúbito prono, o en pacientes que no toleran la alimentación gástrica, y que no mejoran con proquinéticos (indicados de manera individual) o que están en alto riesgo de broncoaspiración. La pronación del paciente no es una contraindicación para la nutrición enteral.

Nutrición Parenteral

Los pacientes que no logren las metas energéticas y proteicas o que no toleran la vía enteral en la primera semana de intervención deben recibir nutrición parenteral.

Esta no debe ser iniciada hasta agotar las estrategias para optimizar la tolerancia de la nutrición enteral.

Requerimiento de Energía y Nutrientes

– Calcular los requerimientos nutricionales teniendo en cuenta el estado del paciente (crítico o no crítico/encamados o no encamados).

– Requerimiento de energía: 25-30 kcal / kg / día. Estos requerimientos deben ser ajustados de acuerdo con la condición de los pacientes. El inicio de la nutrición debe ser lento y alcanzar la meta en 3 días por riesgo del síndrome de realimentación.

– La cantidad de proteína debe ser del orden de 1,3 g / kg / día. Entre 1 y 1,5 g / kg en pacientes polimórbidos, ancianos. La meta es mantener la masa muscular del paciente.

-Los carbohidratos de 30:70 para pacientes que no estén en falla respiratoria. En caso de falla respiratoria y ventilación mecánica la proporción de carbohidratos debe disminuir; y por lo tanto, esta relación debe ser de 50:50.

-Vitaminas y minerales: La suplementación de vitaminas más allá de los requerimientos diarios no previene la infección por vírus ni han demostrado que mejore los desenlaces en los pacientes en estado crítico. En caso de carencias de micronutrientes se deben tratar de manera individualizada. Las vitaminas C y D y el zinc son los micronutrientes con evidencia más fuerte de apoyo inmune. De acuerdo con estudios en otros virus, las deficiencias nutricionales afectan no solamente la respuesta inmune, sino también al patógeno viral.

– Uso de.probioticos y probioticos en pacientes COVID-19 : No existe evidencia de que los lácteos fermentados o los complementos de probióticos, prebióticos o simbióticos puedan ayudar, prevenir o disminuir el riesgo de infecciones en general.

Sin embargo, algunos estudios identificaron disbiosis microbiana en varios pacientes con el COVID-19. Por lo tanto, es posible que el uso de prebióticos o probióticos (en forma de complementos alimenticios con variedad de cepas) pudiera evitar infección secundaria por translocación bacteriana; aunque la evidencia no es su!ciente para recomendar su uso.

Para mayor información puedes contactar a Daniela Paz (Especialista en Nutrición Clínica, docente en la Universidad del Zulia y Nutricionista deportivo) al correo electrónico: nutridanielapaz@gmail.com | Redes sociales: @nutridanielapaz

Artículo por Daniela Paz /Fuente Bermúdez Ch, et al. Rev. Nutr. Clin. Metab. 2020;3(1)
Edición: Villasmil, Henry
Graficas: cortesía

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