Juan Manuel Fangio, el mejor latinoamericano en la Formula Uno
Para muchos el mejor corredor de la historia automovilística latinoamericana se caracterizó siempre por su humildad y austeridad, de hecho su célebre declaración «Hay que intentar ser el mejor, pero nunca creerse el mejor», sigue siendo una de sus frases más recordadas al día de hoy en su natalicio.
Maracaibo, Zulia, Venezuela, 24 de junio de 2020 (ND58).- Según el portal web Museo Fangio, un 24 de junio de 1911, en Balcarce, Argentina, llegó al mundo Juan Manuel Fangio, hijo de emigrantes italianos y de humilde origen.
La primera carrera de Fangio fue el 24 de octubre de 1936 en el circuito de Benito Juárez, al volante de un Ford A de 1929. Tuvo que abandonar cuando marchaba tercero debido a problemas mecánicos.
Su población natal le subvencionó un Chevrolet de Turismo Carretera con el que ganó «los 1000» de Argentina de 1939 y el Gran Premio Internacional del Norte de 1940 (una prueba de 9.445 kilómetros disputada en 13 etapas, con el recorrido Buenos Aires – Lima – Buenos Aires, victoria que lo lanzó al estrellato nacional.
Las Temporadas Argentinas de 1948-1949 lo dieron a conocer internacionalmente, y esa misma temporada, financiado por el «Automóvil Club Argentino», acudió a Europa y triunfó en San Remo, Pau, Perpiñán y Marsella, con Maserati, y en Monza, al volante de un Ferrari.
Empieza la Fórmula Uno
En información que nos provee la «Comisión Pro-Museo del Automovilismo JMF», tras la guerra comenzaron las competiciones internacionales de automóviles no convencionales. En el año 1949, con 37 años, lograba su primera victoria europea.
Esa misma temporada lograría otras seis más. Fangio impresionó a todo el mundo y logró estar frente al volante de un Alfa Romeo para su primera temporada oficial de Fórmula 1. En ese primer año logró tres victorias, pero tuvo que abandonar en las otras tres, por lo que acabó subcampeón por detrás de su compañero de equipo Giuseppe Farina.
Primer título mundial e inicio de la gloria
En 1951, Fangio logró el primero de sus cinco títulos mundiales. El argentino y Ascari llegaron empatados a la última carrera, en el circuito de Pedralbes, en Barcelona. Los Ferrari eran más rápidos y consumían menos que el Alfa Romeo, pero la magnífica estrategia elegida por los ingenieros del argentino le dio la victoria y el primer Mundial
Víctima de un grave accidente en Monza en 1952, estuvo dos temporadas alejado de las pistas, Fangio en este momento fue enfático al decir «No vale la pena arriesgar la vida por un poco de popularidad».
Una vez recuperado, se proclamó campeón del mundo en 1954 (Maserati y Mercedes), 1955 (Mercedes), 1956 (Lancia-Ferrari) y 1957 (Maserati), año en que obtuvo la que tal vez haya sido su más legendaria victoria (y la última) en el Gran Premio de Alemania, a los cuarenta y seis años de edad.
Su adiós a las pistas
1958 fue el año del retiro. En su última carrera, el Gran Premio de Francia, su carro no acabó de rendir y estuvo a punto de ser doblado por el líder de la carrera, Mike Hawthorn (el campeón de esa temporada) quién, sin embargo, decidió no adelantarlo en señal de respeto.
En el momento de su retirada, Juan Manuel Fangio, como corredor de Fórmula 1 logró: 24 victorias, 29 salidas en la primera línea de la parrilla, 23 récord de vueltas y subió 35 veces al podio. Era el único piloto que había conseguido cinco títulos mundiales y quién logró el título a edad más avanzada.
Fangio fue nombrado profesor honoris causa de la Universidad Católica de Santiago del Estero en 1992, presidente honorario vitalicio de Mercedes-Benz Argentina, presidente de la Fundación Renault Argentina, presidente honorario del Museo del Automovilismo Juan Manuel Fangio, y miembro honorario de la Federación Internacional del Automóvil.
Tras años de problemas que incluyeron una insuficiencia renal, hipercalcemia y complicaciones respiratorias falleció el 17 de julio de 1995. Sus restos mortales descansan en el cementerio de su ciudad natal, Balcarce, en la provincia de Buenos Aires.
Desde su retirada de los circuitos y hasta poco antes de su fallecimiento, siguió relacionado con el deporte del motor, admirado y aplaudido incluso por las nuevas generaciones de aficionados que no le habían visto correr.
Redacción: Arismendi, Luis (@arismendiht) | Fuente: Museo Fangio
Edición: Chavez, Marian (@marianchavez27)
Gráfica: cortesía